El 5G está presente en nuestro día a día, debido a que aumenta la velocidad en la que estamos conectados, disminuye el mínimo de latencia (tiempo de respuesta en la web) y mejora exponencialmente el número de dispositivos conectados a una red.
6G es la sexta generación de esta tecnología inalámbrica y es la sucesora de la 5G. Se prevé que utilice bandas de frecuencia más altas y una tecnología de red muy rápida y sencilla basada en la nube para ofrecer velocidades récord y una latencia de microsegundos.
Esta implementación de red móvil cambia la manera en la que nos comunicamos, porque fomenta el Internet de las cosas (IoT), objetos físicos sensoriales, con capacidad de procesamiento, software y otras tecnologías se conecten e intercambien datos con otros dispositivos a través de internet a mayor velocidad. Esto ya se aplica en el día a día, hervidoras, refrigeradoras, hasta vehículos automáticos o la coordinación de trabajos agrícolas que están conectados a distintos puntos de un campo de cultivo.
Paulatinamente nuestro teléfono se convirtió en smart, para facilitar la manera en la que nos comunicamos a través de la tecnología. Aquí es donde se introduce la quinta generación de redes móviles que conocemos. La cual nos permite navegar hasta 10 GBps (gigabytes por segundo). Un ejemplo de su funcionalidad es poder descargar una película completa en unos segundos. Debido a su latencia, que según los expertos se reduce a 5 milisegundos, esta disminución es casi imperceptible para los humanos, sin embargo nos permitirá conectarnos prácticamente en tiempo real.
Con respecto a su implementación, expertos afirman que su comercialización llegará el 2030, sin embargo los primeros casos reales podrían llegar el 2026 y 2028.